Desde el 30 de enero de 2006 la lluvia ha acompañado casi cada acto de rechazo a los 3 PAI que ese día salieron del Ayuntamiento con su aprobación provisional. Parecía que hasta la climatología jugaba en nuestra contra. Pero la pertinaz lluvia de ese día y la que solía acompañarnos en casi todas nuestras protestas no amedrentó a la gente de Parcent dispuesta a defender sus derechos, los de las generaciones futuras y los del territorio. Era una lucha desigual, casi imposible, la de los fuertes intereses económicos egoístas que solamente iban a beneficiar a unos pocos poderosos contra la voz de un pueblo que casi sólo se podía defender con paraguas, era la lucha de David contra Goliat. Pero poco a poco, Parcent se fue convirtiendo en un referente de la defensa de la sostenibilidad, en un referente de cómo los ciudadanos pueden plantarle cara a los intereses puramente especuladores, por muy poderosos que estos fueran. “Veïns de Parcent” logró pronunciamientos a su favor de todas las instituciones: Síndic de Greuges, Defensor del Pueblo, “doctrina Parcent” del TSJ, Europa, charlas en universidades, etc. Parcent era algo así como aquel pueblo de los “irreductibles galos” de los cómics de Astérix y Obélix. Y los PAI fueron sumiéndose en el oscurantismo en que les dejaban estos pronunciamientos y los informes más importantes, que eran los de agua, los forestales y de protección de especies. Incluso hubo un cambio de gobierno.
Han sido casi cuatro años de protesta con la argumentación de la palabra y con los recursos democráticos y por fin ha empezado a salir el sol. Parece que podemos comenzar a cerrar los paraguas. Parece que por fin la Conselleria ha abierto los ojos y ha acordado en reunión de 29 de septiembre de la Comisión Territorial “informar desfavorablemente la aprobación definitiva”. Es decir, los PAI van a la basura. Es cierto que se dan 15 días para que se alegue contra esta decisión pero no es menos cierto que hay informes que son absolutamente contundentes e imposibles de subsanar como son los de agua, afección forestal y protección de especies. O sea, nada se puede hacer ya para salvar estas barbaridades que por fin ven ya cual va a ser su futuro definitivo.
“Veïns de Parcent” quiere agradecer a todos los que siempre nos han apoyado que hayan sabido estar pese al desgaste que supone el paso del tiempo y el enfrentamiento contra los gigantes como el Grupo Ballester. Toda la presión ha tenido sus ansiadas consecuencias. Por fin vemos que el cielo escampa y la climatología nos sonríe. Por fin empezamos a ser felices y a mirar con optimismo el futuro y la sostenibilidad de nuestro pueblo.